Walter Alberto Uribe Lara suma 17 años en docencia en la U. Andrés Bello y, recientemente, ostenta su gran pergamino: elegido “Docente que Inspira 2023”, por la DGDE. A continuación, revela sus gustos y describe la responsabilidad de ser profesor.

Walter Uribe Lara tiene varios pergaminos, pero sin duda que uno que brillará en su vida es ser un “Docente que inspira”, reconocimiento otorgado por la DGDE del la UNAB este 2023, tras votación de los propios estudiantes en Ingeniería Civil Informática.

Académico de ingeniería, este ingeniero Geomensor, con postítulo en ingeniería, licenciado en física y matemáticas, profesor de estado, y magister en educación superior, lleva 17 años como profesor en la U. Andrés Bello y reconoce la importancia de sus alumnos, la responsabilidad con ellos y sus gustos.

¿Qué significa ser profesor en la UNAB?

Una enorme responsabilidad, ya que los alumnos esperan tener clases con buenos profesores, ellos buscan la excelencia. Ser profesor de la UNAB, me ha dado muchas satisfacciones como profesional y he crecido como persona, me siento orgullo de ser profesor.

¿Cómo nació su gusto por la docencia?

En la educación básica y educación media nunca me identifiqué con ningún profesor, pero en el preuniversitario encontré buenos profesores, que eran capaces de decir verdades. Recuerdo a Carlos Palma, Daniel Álvarez y Pedro Ormeño, profesores a otro nivel profesional, intelectual y humano, luego logré ser colega de ellos en un excelente colegio, fue gradual, pero hay dos puntos de inflexión. La primera vez fue cuando una alumna de octavo básico levanta la mano en clases y dice: “queremos que sea nuestro profesor jefe”. También cuando a un curso le dije que estudiaría para ser profesor y los alumnos y alumnas comenzaron a aplaudir.

¿Cuál cree que es la clave para ser considerado por sus estudiantes como un docente que inspira 2023?

Creo que son ellas y ellos los que podrían responder mejor esta pregunta, pero lo que tengo claro es que en mis clases les doy seguridad de mis conocimiento, además de tratar que el alumno y alumna se sienta bien en mis clases, para eso debe haber una buena interacción con los alumnos y las alumnas, la motivación es importante, siempre los motivo para que logren sus sueños.

“Los estudiantes son más que un número de carnet, son personas.”

¿Qué le gusta hacer en sus tiempos libres?

Me gusta el arte en general, siempre he querido ser artista, es por eso que comencé a pintar óleo sobre telas. Un día pinté una bailarina de ballet me salió hermosa y no paré de pintar bailarinas. Además, veo los partidos de mi amada Universidad de Chile, me gusta la música, me considero melómano. Escucho desde música clásica a baladistas, veo mucho cine arte y clásico, juego ajedrez, pero me retiré cuando un chico de 12 años me destruyó, y cuando perdí con un boots

Una de las bailarina de ballet pintada en óleo por el profesor Walter Uribe.

¿Algún plato de comida preferido?

Todos los que cocina mi padre.

¿Qué es lo que más le gusta y disgusta de su personalidad?

Me gusta la personalidad y seguridad que demuestro en el aula de clases, y me disgusta precisamente que no soy igual fuera del aula.

¿Qué país o ciudad le gustaría viajar y por qué?

España y Francia, porque me gustaría conocer los museos y la cultura europea.

¿Qué queda pendiente en su carrera?

La investigación.

¿Qué personaje de la historia universal le hubiera gustado ser?

Tengo muchos personajes en la historia que admiro, por ejemplo, Muhammad Ali.  Ali era más que un gran boxeador, era un luchador de los derechos civiles dando   discursos en diferentes universidades, admiro la psicología de Ali, también admiro a Robert Fischer, el campeón del mundo de ajedrez norteamericano. Sin embargo, su personalidad no me gustaba, si tuviera que elegir qué personaje universal me gustaría ser, elegiría a Garry Kasparov, el campeón del mundo en ajedrez ruso, siempre he admirado a la gente inteligente y según dicen él tiene un coeficiente intelectual de 190, más que Einstein 185, incluso el mismo IQ de Newton. En Chile, me gustaría ser como Jorge González, de Los Prisioneros, solo en lo musical, porque como persona deja mucho que desear, pero es un genio.

 

Equipo de Prensa UNAB